Bebe vino en La Tierra con nombre de vino

miércoles, 6 de mayo de 2009

El vino protege contra las enfermedades coronarias y contra los accidentes cerebrovasculares isquémicos. Por eso, los expertos recomiendan un vaso de vino al día. Y, ¿qué provincia española asociamos automáticamente con el vino? La Rioja, claro.



Directamente en internet se ha estranado La tierra con nombre de vino, un documental realizado por el veterano Fernando Colomo, autor de ‘Bajarse al moro’ o 'Al sur de Granada', que se presenta en estos días en la red.

Esta cinta se puede visionar completa en la web www.latierraconnombredevino.com, en la que se han estrenado sucesivamente los 4 capítulos que la componen a partir del 13 de abril. En la película, el director recorre interesantes rincones de la geografía riojana, como bodegas y viñedos, acompañado del popular actor Diego Martín, que ha intervenido en series como ‘Aquí no hay quien viva’ o ‘Hermanos y detectives’.


Para invitar a los internautas a ver el documental, se va a sortear entre todos los que visiten la web una ruta como la que recorren los dos protagonistas.

La importancia de beber agua

El agua es un alimento verdaderamente extraordinario y esencial para la vida: los alimentos y los gases se transportan en medio acuoso, los productos de desecho se expulsan del cuerpo mediante la orina y las heces, el agua regula nuestra temperatura, lubrica nuestras articulaciones y contribuye de forma decisiva a dar estructura y forma al cuerpo mediante la rigidez que proporciona a los tejidos, debido a que este preciado líquido no es comprimible. Además, una correcta hidratación contribuye a mantener la piel tersa y joven, ya que la deshidratación aguda o crónica provoca que la piel se arrugue y resquebraje con facilidad.


Aunque la pérdida de agua puede exceder a menudo al consumo, su contenido en el cuerpo permanece relativamente estable a lo largo del tiempo y, en caso de desequilibrio, una nueva ingesta de líquido permite ajustar en poco tiempo el nivel de agua que nuestro cuerpo precisa.


Un adulto sedentario, en un ambiente sin exceso de calor y humedad, requiere unos dos litros y medio de agua al día, que obtiene de tres fuentes: del líquido que ingiere (alrededor de 1200 ml), de los alimentos que consume (aproximadamente 1000 ml), y del que produce dentro del organismo como consecuencia del metabolismo, que equivale a cerca de 350 mililitros. Las frutas y vegetales son los alimentos que más agua contienen.